Maestro y emprendedor
“La ciencia es por encima de todo creatividad y, por ello, no puede ser aprendida como método o mediante recetas. La mejor forma de aprender a hacer ciencia bien es hacerla junto a los que la hacen bien. Por ello son tan importantes los maestros, los linajes, las escuelas”. (Discurso de entrada en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 31 de mayo de 2017).
Pedro Miguel Echenique se inició en la docencia siendo todavía estudiante en la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad de Navarra (1970-1972) y continuó en la Universidad Autónoma de Barcelona como Profesor Ayudante (1972-1973), Profesor Agregado (1977-1978) y Catedrático Contratado (desde 1978). Ha ejercido como Profesor Invitado en el Oak Ridge National Laboratory (EEUU) en diferentes épocas, entre 1987 y 1995; también en el Cavendish Laboratory de Cambridge (1987) –donde fue becario en la década de los años 70– y en el Centro Atómico Bariloche de Argentina (1988, 1989).
Catedrático de la Universidad del País Vasco, ha impartido cursos de doctorado tanto en esta Universidad como en la Autónoma de Barcelona. Hizo estancias en calidad de investigador invitado, además de en el Cavendish, Oak Ridge y Bariloche, en la Universidad de Lund (Suecia) y en el Bohr Institute de Copenhague (1977).
Con todo este bagaje por parte de su fundador, el DIPC es un centro singular que ha promovido la internacionalización de la actividad investigadora en el País Vasco en dos direcciones: por un lado, atrayendo a científicos de otros países; por otro, ofreciendo un lugar donde desarrollar la carrera a los científicos del País que previamente han pasado por centros internacionales. El DIPC ha contribuido de manera fundamental a colocar Donostia-San Sebastián en el mapa de la ciencia universal. Pedro Miguel Echenique ha sido Presidente del DIPC desde su fundación.
La labor de emprendizaje desarrollada por Echenique se asienta en una visión de País que incluye un profundo conocimiento de su cultura, su historia, y su personalidad. Y en el deseo de contribuir a una sociedad justa y culta, tanto en el plano económico como en el político.